En 2018, la vida de Yaoska Galán cambió de rumbo. Todo sucedió cuando decidió apoyar la unidad de su hija Isabella: PEPE “Joyitas de Jesús”, de la Iglesia Bautista de la Resurrección, en Managua, Nicaragua. Yaoska, quien era ama de casa, comenzó a ocuparse de las tareas del hogar por la mañana para tener las tardes libres para apoyar al PEPE como auxiliar de la misionera-educadora.
A lo largo de ese año, Yaoska adquirió experiencia en la enseñanza de niños/as y su amor por ellos creció cada vez más. Lamentablemente, a finales de año, la misionera-educadora renunció a su cargo por motivos de salud. Yaoska fue entonces invitada por la coordinadora de esa unidad a asumir la responsabilidad de ser la nueva misionera-educadora. Aceptó el desafío y recibió la capacitación.
Ese fue solo el comienzo de la relación de Yaoska con la educación. Con la base que le dio el PEPE, siguió cultivando el deseo de superación. Para la gloria de Dios, actualmente es becaria del Ministerio de Educación y está cursando dos años de educación continua en el “Curso de Desarrollo y Aprendizaje en Educación Inicial”. También tiene tres años de experiencia enseñando a niños/as de Nivel III, además de ser maestra de jardín de infantes en la Escuela Bíblica Dominical de su iglesia. ¡Su vida ha sido transformada!
“¡Jamás pensé que Dios haría esto en mi vida!” eso es lo que escuchamos de Yaoska. También dijo que está muy agradecida con Dios porque desde que conoció al PEPE, a través de su hija, su vida cambió por completo. Creció profesionalmente y recibe un ingreso fijo del Ministerio de Educación para hacer lo que más le gusta: enseñar a niños/as de preescolar. Ella también sirve al Señor en su iglesia y comunidad.
Alabamos a Dios porque el PEPE trae transformación a la vida de los niños/as y sus familias. ¡A nuestro Dios, creador del programa PEPE, toda gloria y honra!
Sandra Lizeth DeTrinidad – coordinadora nacional del PEPE Nicaragua