Una de las metas del PEPE es que cada niño beneficiado reciba visitas cada tres meses del equipo de visitas de la iglesia local. Lo llamamos PEPE VAI, sigla para Visita de Apoyo Infantil. Es la iglesia haciéndose presente en la vida del niño, alcanzando a toda su familia porque queremos que se sienta protegida en el PEPE y en su casa.
La unidad del PEPE de la Iglesia Bautista El Paraíso, en Santa Cruz de la Sierra, está comprometida en ayudar a los niños y a sus familias. Por eso, nombró un equipo para realizar las visitas para todos los niños del PEPE.
Fue así como Gilda, la misionera-educadora, acompañada de un líder de la iglesia, llegó a la casa de César Avalos, que tiene solo 4 años y es un niño del PEPE. Fueron recibidos con mucha euforia por César, su madre Martha y su hermana Carla. El padre, el Sr. Eusebio, estaba trabajando.
César es un niño muy inteligente, con buen lenguaje oral, muy sociable y colaborador en las clases. Le gusta ayudar a sus amigos mostrándoles cómo pueden realizar las actividades propuestas. Pero, no siempre fue así. Los primeros días en PEPE, lloraba mucho porque no quería quedarse y luchaba con todas sus fuerzas para no entrar en la sala de actividades. Era muy tímido y no encajaba con nadie. Fue un proceso de mucha paciencia y perseverancia de la misionera-educadora y de sus compañeros, ¡pero lo lograron!
El tiempo de visita fue muy aprovechado para compartir sobre el progreso de César en el PEPE y sobre el amor de Jesús por cada uno de ellos. César estaba muy atento mientras escuchaba sobre Jesús y, para nuestra alegría, su madre y hermana aceptaron a Jesús como Salvador aquella misma mañana. ¡Cuánta fiesta en esa casa, cuánta fiesta en nuestro corazón y cuánta fiesta en el cielo!
Ahora, en esa casa, Jesús está presente en tres corazones, y todo comenzó con César, nuestro pequeño misionero del PEPE.
Mary Luz Fonseca – Coordinadora Nacional del PEPE Bolivia
*Edición de texto: Carmen Ligia
Traducido por Déborah Christina Alves