El PEPE es un programa que se desarrolla en diversas culturas, con realidades completamente diferentes en las Américas, África y Asia, cada país de estos 3 continentes tiene sus leyes referentes a la educación, sobre todo con relación al grupo de edad en el que trabaja el PEPE, es decir, la edad máxima y mínima que los niños deben entrar y salir del preescolar. El nivel escolar requerido para el maestro de preescolar también difiere en cada realidad. Muchos países ante la necesidad de un maestro no exigen ni la enseñanza media completa, realizan solo una formación durante un día entero y comprenden que eso es suficiente. Por lo tanto, los profesores entran en el aula sin ninguna preparación para dar una buena base a los niños en los años iniciales.
Para nosotros la formación continua del personal del PEPE es de suma importancia para el desarrollo personal y profesional de cada uno de ellos, por lo que logran mantenerse actualizados con los cambios educativos, mejoran continuamente sus habilidades y sus conocimientos. Es nuestro papel hacer que los misioneros-educadores se perfeccionen cada vez más y tengan una buena base para una práctica eficaz en el aula, de forma que nuestros niños tengan un preescolar de calidad, pues esta es una etapa crucial para su desarrollo cognitivo, emocional y social.
Incluso frente a los desafíos de los niveles escolares exigidos por cada país, es a través del programa de formación que nuestro equipo se encuentra mejor preparado para responder a las exigencias en el aula, gestionar las dificultades, observar y lidiar con las particularidades existentes y enfocarse en el aprendizaje y crecimientos integral de cada niño.
Nos unimos para que cada unidad de PEPE en estos tres continentes logre desarrollar al máximo todas las competencias y habilidades de nuestros Pepitos, con una base sólida de manera lúdica, autónoma y saludable para que cada ciclo escolar proporcione experiencia de nuevos descubrimientos y un aprendizaje que los involucre de tal forma que les dé ganas de querer aprender cada vez más.
Por: Rosimeri Francisco
Traducido por Estela Soraya Alves