El PEPE defiende la inclusión de todos, partiendo del supuesto de que la educación es un derecho universal. En esta perspectiva, el programa viabiliza acceso a la educación de la primera infancia, para los niños/as vulnerables en 31 países.
El paradigma de inclusión actual deja claro que es necesario que las instituciones socios educativos se adapten para satisfacer las necesidades de cada niño/a. Esto implica reconocer que todos están incluidos, es decir, el principio de la práctica educativa se aplica a todos.
Con base en este entendimiento, PEPE se ha esforzado por capacitar a sus misioneros-educadores (ME’s) con las habilidades de la educación inclusiva. Tanto en los manuales del PEPE como en el congreso anual, este tema ha sido ampliamente discutido. Por ello, tratamos de ofrecer una mejor atención a los niños/as. En Senegal, por ejemplo, el PEPE ya atiende a los niños/as sordos.
En la formación, además de acercarse a los fundamentos de los conceptos de la educación inclusiva, los misioneros-educadores pueden experimentar las situaciones atípicas que viven los niños/as, aprendiendo así a intervenir adecuadamente en cada situación.
Desafortunadamente, la falta de acceso a la educación parece ser normal en muchos contextos. Sin embargo, cuando escuchamos a los padres agradeciendo la oportunidad que sus hijos están teniendo con el PEPE, se nos anima a continuar. Entendemos la diferencia que hace el PEPE al acoger y atender a todos los niños/as. Aquellos que no tendrían a la oportunidad de recibir una educación de calidad, ahora la tiene en el PEPE.
Sin embargo, la inclusión no solo debe darse en el PEPE, sino en todos los ámbitos de la sociedad, asumiendo la participación efectiva de los niños/as en los procesos sociales, para que puedan ejercer su ciudadanía.
¡Queremos ser como Jesús: acoger a todos los niños/as!
José Ricardo Nascimento
Coordinación Continental PEPE África
Traducido por: Marta do Carmo