Una de las preocupaciones en el PEPE es que el niño y la niña reciban la atención adecuada para que crezcan con buena salud. Para eso buscamos estrategias que ayuden a las familias con la captación de recursos económicos para que los niños/as tengan una buena alimentación en sus casas.
Organizamos huertos comunitarios, les enseñamos a hacer filtros de agua, a reciclar cuidando el medio ambiente, a hacer el uso correcto de los alimentos que se encuentran en los diferentes países donde estamos presentes, etc.
Nuestra coordinadora nacional del PEPE en Argentina, Graciela Alencastro, al ver esta necesidad, convocó a voluntarios de las iglesias y organizó clases teóricas y prácticas de corte/costura y repostería, con las madres de los niños/as. Las madres fueron convocadas, matriculadas y, así, las clases se realizaron los dias viernes de los meses de junio, julio y agosto.
El grupo se fortaleció con una fuerte comunión y se sentía la presencia de Dios durante el tiempo de estudio.
Para las clases de costura, tres maestras voluntarias han enseñado con mucho amor y paciencia a hacer blusas, vestidos, shorts, etc. El objetivo es que las madres de los niños/as del PEPE puedan adquirir herramientas útiles para su vida, al mismo tiempo que puedan vender lo que están produciendo para comprar alimentos para sus familias.
El padre de una ex alumna del PEPE, que ahora está en la universidad, tiene un molino harinero y donó dos costales de harina de trigo, con un peso de 50 kg. Los cursos de repostería también se realizaron, trayendo muy buen resultado tanto para alimentar a los niños/as con deliciosos pasteles y panes, como para vender y recaudar fondos para las familias.
Como resultado de estas clases, varias madres se convirtieron al Señor Jesús y ya fueron bautizadas, siendo parte de la iglesia del PEPE, junto con sus hijos.
Cada niño y niña merece recibir una atención integral no solo cuando está en el PEPE, sino también cuando está en casa, por lo que debemos buscar estrategias para ayudar a sus familias.
Carmen Lígia
Coordinadora PEPE Américas
Traducido por: Nadia Naiara Veras Araújo