Un gran desafío para el PEPE Mozambique

En marzo de 2019, Mozambique fue devastado por el ciclón Idai, que trajo diversos daños materiales, pérdida de vidas y separó a numerosas familias en la provincia de Sofala. Desde entonces, entre los meses de noviembre y marzo de cada año, la costa mozambiqueña ha sido azotada por ciclones, vientos fuertes y mucha lluvia, lo que ha provocado diversas inundaciones en varios puntos del país.

Este año 2024, el sur de Mozambique fue afectado por el ciclón Filipo, que destruyó casas, vías de acceso, inundando ciudades y comunidades, dejando familias sin hogares y niños sin escuelas. El gobierno y las ONG están haciendo todo lo posible para ayudar a la población que lo ha perdido todo, reasentándolas en tiendas y alimentándolos mientras esperan que el nivel de las aguas baje y tengan condiciones de regresar a sus casas para recomenzar la vida.

Gracias a Dios, nuestros PEPE’s en las provincias de Inhambane y Gaza, no sufrieron daños, pues Dios protegió las salas, los niños y sus familias.  Por otro lado, en Maputo, el PEPE Kunhimela (Esperanza) quedó inundado y una de las salas quedó sin techo, impidiendo así el funcionamiento normal de las actividades.

Las iglesias en Mozambique han hecho mucho esfuerzo para construir salas dignas según sus condiciones, pero parece que están peleando una guerra contra un enemigo invisible y natural. No hay mucho que se pueda hacer, además de, dentro de lo posible, mejorar las condiciones de las salas de actividades de los PEPE’s, las casas de las familias y esperar para ver lo que el próximo cilcone hará. Esperamos que el PEPE Kunhimela tenga condiciones financieras para rehacer el techo de la habitación y mejorar las condiciones de la zona exterior para evitar nuevas inundaciones en el próximo período de lluvias.

A medida que pasan los años, aprendemos a ser resilientes, a buscar recursos para construir salas de PEPE’s más seguras, donde nuestros niños puedan tener sus actividades sin interrupciones provocadas por ciclones e inundaciones que ocurren anualmente. Confiamos en el poder de nuestro Dios, que creó los vientos y la lluvia, que todo está bajo su control.

Felizarda Chimunto – Coordinadora Regional del PEPE África Lengua portuguesa

Artículos Relacionados