El programa PEPE en Perú permitió la apertura de nuevas obras que, más tarde, se convirtieron en iglesias y también instituciones de enseñanza primaria y secundaria que preparan a los alumnos para la universidad.
Desde 2006, cuando el PEPE comenzó en Piura, una de las ciudades con más unidades, la Iglesia Dios mi Libertador fue una de las primeras en empezar a entender que esto venía de Dios.
En 2008 matricularon a un niño muy inquieto que fue expulsado de otras preescolares del estado. Sus padres se convirtieron y hoy, 15 años después, nuestro ex-pepito dirige la alabanza en la iglesia y sus padres son pastores en un lugar bastante precario y con muchas necesidades, entre ellas la constante falta de agua y luz.
El desafío es seguir avanzando a pesar de los obstáculos que tenemos a través del Ministerio de Educación que reducen nuestra atención. En un país con muchas familias disfuncionales y niños en riesgo social, la iglesia es desafiada a continuar con la gran comisión.
Trabajamos codo a codo con pastores para plantar nuevas iglesias en barrios y comunidades para que niños y niñas sean alcanzados y puedan continuar, con sus familias, a ser cuidados espiritualmente, incluso después de haber sido formados. Trabajamos para ayudar a las iglesias a tener una visión misionera, cumpliendo el IDE de Jesús. Este ha sido uno de los mayores desafíos del PEPE en Perú.
¡Oremos para que más unidades sean abiertas y más niños sean alcanzados en todo el Perú!
Clorinda Alberca – coordinadora nacional PEPE Perú
Traducido por Estela Soraya Alves