Retrospectiva PEPE 2021: “Trayendo a la memoria lo que nos da esperanza”

Revisar los acontecimientos de este año nos lleva a reafirmar el poder, el amor y el cuidado de Dios con todos, en especial para con los más de dieciocho mil niños/as, familias y comunidades atendidas por el PEPE en los 31 países donde actuamos.

Solo podemos decir “¡Viva el poder de transformar!”.

El año de 2021 comenzó con un escenario mundial de muchas incertidumbres. Las consecuencias de la pandemia del Covid-19 impactaron a muchas personas en todas las áreas. En la Educación Infantil, los niños/as experimentaron el aislamiento en la etapa en la que más necesitaban socialización. La falta de acceso a internet, la falta de recursos para proveer alimentación a los niños/as, el desempleo de padres y responsables han acentuado la desigualdad social y obstaculizado su sano desarrollo. Por otro lado, se inició un gran movimiento de amor, donación y provisión ante las innumerables necesidades.

En medio de ese escenario, en el PEPE, pudimos ver el poder de Dios y del Evangelio transformando vidas y realidades.

Entre las muchas historias de transformación, destacamos la historia de Yacoub, un niño de una de las unidades del PEPE en África Occidental 2. Cuando el PEPE retomo las actividades, él llego por primera vez a una de nuestras unidades, con muchos problemas de comportamiento, de relacionamiento y de salud física debido a un estado de desnutrición.

Después de un largo periodo de acompañamiento, cuidado y tratamiento, su salud mejoró mucho. Sin embargo, todavía tenía muchas heridas en el alma. Yacoub demostraba un sentimiento de angustia y tristeza profunda. Los educadores del PEPE oraron, intercedieron por su vida, visitaron su hogar y familia, proporcionaron diversas oportunidades de aprendizaje y también de socialización con los otros niños/as de la unidad. Dios oyó las oraciones y Yacoub fue completamente restaurado. Aquel niño triste, cabizbajo, solitario y abatido dio lugar a un nuevo niño lleno de alegría, vida y esperanza. Fue el amor de Jesús lo que fluyó a su vida en forma de cuidado y protección experimentados en el PEPE. Esta es la más preciosa transformación.

En las Américas, también tuvimos varios testimonios de victoria. Destacamos la asistencia a los niños/as del PEPE Venezuela, por medio del Programa “Hay Hambre en el Mundo”. Este programa tiene como objetivo brindar una alimentación nutritiva a los niños/as con desnutrición crónica, por medio de la producción y distribución de una Harina Enriquecida (que llamamos de FE por las siglas en portugués) que se mezcla con la comida diaria. En este año fueron beneficiados 1220 niños/as de 60 unidades del PEPE en Venezuela. Estamos muy felices al ver a los niños/as experimentando la cura del cuerpo y alma, pudiendo disfrutar de una vida más saludable.

En el Sur de Asia, incluso en medio de los consecutivos periodos de lockdown, Dios ha escrito hermosas historias en las vidas de los niños/as y adultos que han experimentado su amor por medio de gestos de generosidad y donaciones en medio de las necesidades.

El PEPE alcanzo muchas victorias: ha aumentado el número de unidades y niños/as atendidos, ha duplicado el número de líderes de iglesias capacitados, familias visitadas y decisiones por Cristo. Las actividades planificadas fueron ejecutadas, en su mayor parte, con el esfuerzo y la dedicación de todos los integrantes del equipo.

Revisar las acciones del poder del evangelio siendo manifiestas y transformando vidas, renueva nuestra esperanza y confianza en Dios que, con pasión y por compasión de todos nosotros, nació, murió y resucito para que podamos tener vida, y vida en abundancia.

“Quiero traer a la memoria lo que me puede dar esperanza” (Lamentaciones de Jeremías 3.21)

¡Esto nos inspira y nos fortalece en el año que termina y el año que despierta!

En nombre de toda la familia del PEPE, agradecemos el compromiso, las oraciones, las contribuciones y el apoyo de nuestros asociados, apoyadores, hermanos y amigos.

¡Deseamos a todos una bendecida Navidad y un nuevo año lleno de amor y esperanza!

Terezinha Candieiro
Coordinadora general de PEPE Internacional