La Junta de Misiones Mundiales (JMM) de la Convención Bautista Brasileña está seriamente comprometida con la protección de los niños, niñas y adolescentes en todos sus programas y proyectos. Tenemos un documento guía que contiene procedimientos importantes sobre cómo la organización aborda los problemas de violencia infantil en el espacio institucional. Es nuestra Política de Protección de Niños/as y Adolescentes (PPNA).
El PEPE, como uno de los programas de la JMM, tiene como uno de los ejes de su trabajo la protección del niño/a contra cualquier forma de violencia. En nuestra experiencia y trabajo con iglesias y niños/as en situaciones de vulnerabilidad y riesgo social en diferentes comunidades, nos sentimos comprometidos a promover la conciencia e instrumentalización de las iglesias locales en relación con la protección infantil.
Las acciones que realizamos para, con y por los niños/as son una consecuencia de cómo los vemos: ya sea como personas, como sujetos de derechos o simplemente como objetos. Proporcionar un lugar seguro para los niños/as está estrechamente relacionado a nuestra concepción de ellos.
Como seguidores de Jesús, defendemos los principios de valorar y respetar a los niños/as, en medio de una sociedad que a menudo no comparte esta visión. Jesús ve a los niños/as como personas dignas de un lugar especial en la comunidad del pueblo de Dios. Por esta razón, proporcionar espacios y ambientes seguros también es responsabilidad de la iglesia.
Son alarmantes los casos en que los niños/as y adolescentes se encuentran vulnerables y expuestos a todo tipo de violencia en todos los lugares. Reconocemos que, desafortunadamente, hay riesgos de que un niño/a sea víctima de la violencia en el ambiente de una iglesia. A menudo, los líderes y los responsables no saben cómo actuar o qué hacer. No hay protocolos claros sobre el camino a seguir y a qué personas e instituciones se debe recurrir. No podemos esperar hasta que ocurra un episodio de violencia contra los niños/as para actuar, tratando de remediar una situación que causará mucho daño. La prevención es el mejor camino.
Para responder a esa necesidad, elaboramos esta cartilla para compartir con las iglesias/instituciones los pasos y las principales acciones para la construcción de una política de protección a niños/as y adolescentes (PPNA), como una de las herramientas básicas para prevenir la violencia en el espacio institucional. Nuestra referencia es el Kit Un Lugar Seguro, producido en portugués por la red Manos Dadas, en 2011.
Basado en el material de referencia, la Política de Protección al Niño/a y Adolescente es un documento que contiene pautas y acciones que establecen cómo los niños/as deben ser protegidos, ayudando a crear un ambiente seguro y saludable, minimizando así los riesgos que pueden ocurrir en sus espacios. Esperamos que esta sea otra herramienta útil que contribuya a la protección de muchos niños/as en Brasil y en todo el mundo.
Terezinha Candieiro
Coordinación general del PEPE Internacional
Junta de Misiones Mundiales de la CBB