En este momento desafiante al enfrentar y luchar contra el CORONAVIRUS, el PEPE está en acción. Más que nunca, afirmamos nuestro compromiso de traer esperanza al corazón del niño/a, contribuyendo a su bienestar y desarrollo integral, incluso en tiempos de crisis.
Nosotros, el equipo del PEPE, estamos en constante oración, comunicación, apoyo emocional y monitoreo de nuestro equipo y los niños/as matriculados en proyectos locales de la iglesia. Actualmente (2020) PEPE se está desarrollando en 31 países, en tres continentes: América, África y Asia. Hay más de 20.000 niños/as beneficiados y asistidos.
Al hacer una encuesta de la situación actual en los países, encontramos que en la mayoría de ellos hay casos confirmados de personas infectadas con el coronavirus. Cada gobierno ha tomado los pasos necesarios según el contexto. En la mayoría de los países, las escuelas han interrumpido sus actividades y, en consecuencia, también el PEPE. Los niños/as están en sus hogares con sus familias. Es un momento difícil pero todavía vemos la acción de Dios.
En aquellos países donde el PEPE es el único lugar para que muchos niños y niñas obtengan su comida o merienda del día, las iglesias se han estado movilizando. Por ejemplo, en Venezuela, con gran prudencia y cuidado, los hermanos de las iglesias han estado preparando el alimento y ofreciendo a las familias de los niños/as. En Colombia, como el PEPE tiene una asociación con una organización que dona frutas, verduras y tubérculos, los padres van a las iglesias para obtener estos alimentos para sus familias. En Guatemala, el PEPE recibió una donación de arroz y se lo da a las familias para que puedan prepararlo en casa. En África, las iglesias están estudiando las posibilidades de cómo ayudar a las familias en esta área de meriendas. Incluso frente a los recursos limitados, hemos experimentado la generosidad y la voluntad de muchas personas para compartir lo que tienen.
En cuanto al plan de enseñanza, incluso en sus hogares, los niños/as realizan actividades. Por ejemplo, en México y Honduras, los misioneros educadores entregaron material para que los niños/as puedan realizar algunas tareas. ¡Estaban contentos con eso! Algunas madres nos enviaron fotos y nos alegraron el corazón. Hay un esfuerzo de todos para continuar el trabajo, respetando el aislamiento social.
Siga orando por este ministerio. Ore también por los recursos y la estructura de la salud hospitalaria en estos países donde hay tanta precariedad. Hay varias comunidades en una situación de gran pobreza. Si el contagio es grande, muchas vidas serán aniquiladas. Es un gran desafío, pero no podemos desanimarnos, debemos confiar en que hay esperanza.
¡Únete a nosotros y coopera para que el mundo se transforme con la alegría de Jesús!
Terezinha Candieiro
Coordinadora General del PEPE Internacional