Milagro en el PEPE Paraguay

Alan es un niño de cuatro años que este año fue inscrito por sus padres en el PEPE El Salado, en Paraguay. Nunca había hablado una palabra, solo se comunicaba por señas, lo que llevó a sus padres a creer que era sordo. Así que inscribieron a su hijo en el PEPE sin muchas esperanzas de que Alan aprendiera algo, pero al menos podría pasar un tiempo allí. El niño fue aceptado con la condición de que los padres acompañen su desarrollo asistiendo a todas las reuniones de padres convocadas por el PEPE. Y así comenzó el proceso de desarrollo de Alan bajo el cuidado de su misionera-educadora, recibiendo enseñanza académica, atención emocional, cariño de sus compañeros y mucho amor.

Pronto, los padres comenzaron a ver los cambios en las actitudes de su hijo y se conmovieron cuando escucharon por primera vez la voz de Alan pronunciando palabras para comunicarse con ellos. Todo lo que Alan necesitaba para empezar a hablar era relacionarse con la gente. Fue en el PEPE, con el misionero-educador y amigos que Alan pudo decir sus primeras palabras y esa alegría llegó también a su casa. Alan ahora es un niño cariñoso y, junto con sus padres, asiste a la iglesia del PEPE, donde están conociendo más sobre Dios y Jesús.

PEPE trae alegría a la vida de los niños y niñas, al tiempo que lleva a Jesús a sus hogares, llegando a sus familias. Por eso es tan importante atender, cuidar, proteger y valorar a la niñez como ser humano en formación. El niño y la niña, ya sea en la iglesia, en la escuela o en la calle, no sólo está para obedecer todo lo que el adulto se le ordena, sino para comprender y aprender a actuar correctamente. Lo que aprenden en la infancia se queda con ellos por toda vida, para bien o para mal. Que crezcan sabiendo que serán felices si andan en los caminos de nuestro Dios.

Hagamos nuestra parte para llevar alegría a miles de niños y niñas, empezando por los que están cerca de nosotros, pero también llegando, a través de nuestras ofrendas y oraciones, a los de países lejanos. ¡Siga orando por los 9,106 niños y niñas que estamos alcanzando este año a través del PEPE en las Américas, para que todos conozcan a Jesús como Salvador y Señor!

Carmen Ligia
Coordinadora del PEPE Américas

Traducido por: Nadia Naiara Veras Araújo

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