Chile ocupa el segundo lugar en cuanto al proceso de vacunación. Sin embargo, este avance no se refleja en la satisfacción de las necesidades de la población en materia de alimentación, salud, educación, amor, apoyo emocional y seguridad. Para dar respuesta a estas demandas, la red de PEPEs en Chile, tanto en áreas rurales como urbanas, realiza múltiples acciones, como la donación de alimentos, ropa y material didáctico, y, sobre todo, la proclamación del mensaje de Salvación.
Sin embargo, recibimos la triste noticia de que algunos de nuestros PEPEs no podrán seguir funcionando porque no tienen la posibilidad de conectarse a través de Internet. Como las exigencias del Ministerio de Educación son muy altas y no podemos cumplirlas, no podremos mantener actividades presenciales. Como resultado, la desigualdad social se hizo más evidente, ya que es necesario utilizar medios tecnológicos para acceder a las actividades. Muchos estudiantes no tienen internet para participar en el trabajo, ya que sus padres perdieron sus trabajos y se encuentran en dificultades económicas.
La pérdida de estos PEPEs constituye una enorme tristeza en sí misma, pues muchos niños/as y sus familias perderán la oportunidad de saber que Dios ofrece una vida diferente, que su amor es infinito y que se preocupa por nosotros. Incluso en medio de esta crisis, seguimos estableciendo alianzas para alimentar y vestir a los niños/as que, en la situación actual, apenas están sobreviviendo.
Pedimos sus oraciones por Chile, para que el Señor opere en cada PEPE que esté en peligro de cerrar sus puertas. Ore también por los misioneros educadores, que están agotados por esta triste noticia. Oren también para que el Señor nos permita el gran gozo de que, a pesar de la pandemia, nuevas puertas se abran para comenzar más unidades del PEPE.
María Amelia Sepúlveda
Coordinadora nacional PEPE Chile
Carmen Ligia (edición de texto) – Coordinadora Continental de PEPE Américas
Traducido por: Loady Raquel González Salinas