De niña maltratada a misionera-educadora

Gabriela tiene 26 años, su mayor anhelo desde pequeña era ser maestra o abogada y poder brindarles a los niños y niñas todo el amor, comprensión, protección y respeto que no tuvo en su niñez. Su gran anhelo es luchar por los derechos de los niños y niñas en cuanto a la protección y el cariño que merecen, como enseña nuestro Señor Jesucristo en su Palabra.

Su infancia fue muy triste, sufriendo severos abusos, sin embargo, su meta en la vida siempre ha sido trabajar por los niños/as, defender sus derechos donde quiera que esté, darles todo el amor que necesitan para sentir el amor de Dios en sus vidas. Se esforzó mucho por terminar la escuela secundaria y luego una licenciatura en Pedagogía con énfasis en la formación inicial, y hace poco recibió su título universitario. 

Cuando era adolescente, conoció al Señor Jesucristo, quien transformó su vida por completo, encontrando amor y esperanza. Su sueño se hizo realidad al convertirse en misionera-educadora desde el 2020 en el PEPE Caritas Felices, de la Iglesia Bautista Jehová Jiréh, ubicada en la Colonia Canadá, Managua, Nicaragua.

Realiza su trabajo con gran pasión y amor por los niños/as, lo que hace que cada día en el PEPE sea un día extraordinario y maravilloso para los más pequeños. Prepara todo el material didáctico con mucha creatividad y colores, canta precioso, toca y baila. Ella dice que la mayor motivación en su vida es enseñar y amar a los niños/as, dándoles lo que quizás no tengan en sus hogares.

Gabriela dice que está infinitamente agradecida con Dios por el PEPE y por la oportunidad que le dieron en la Iglesia de enseñar a los niños y niñas.

Sandra Lizeth Detrinidad
Coordenadora nacional PEPE Nicarágua

Traducido por: Nadia Naiara Veras Araújo