“¡Esta calabaza es deliciosa!” Escuchar a los niños decir que comerse un gran trozo de calabaza es el sueño de muchas madres. En el PEPE de El Salvador, los niños están aprendiendo a comer o lo que ellos mismos están cultivando.
Las situaciones del día a día ayudan a los niños a construir aprendizajes en el trabajo colaborativo, pueden empezar a practicar lo aprendido adentrándose en situaciones reales del oficio o profesión, ayudando a reflexionar para definir muy bien los objetivos propuestos. Por esta razón, y la importancia de una buena alimentación para que crezcan sanos y fuertes, en el mundo actual, donde los alimentos son procesados químicamente y mal procesados, no se realiza ningún PEPE en horario escolar.
Cada niño participa de esta actividad conducida por sus Misioneras-Educadoras quienes en el área verde de la unidad les distribuyen terrenos en pequeños grupos para que desarrollen valores de pertenencia, asociación, trabajo en equipo y aprendan el valor del cuidado de la tierra. cultivando su propia verdura.
Estas verduras se utilizan tanto para consumo en la unidad como complemento alimenticio para llevar a casa. Está sembrando y cultivando: pepinos, rábanos y calabazas, utilizando técnicas muy efectivas en espacios reducidos, como la construcción de redes artesanales para que las hileras de plantas queden muy dispersas o se hagan en forma vertical.
Es una actividad esencial para el desarrollo de los niños y para promover el desarrollo de la comunidad. A partir de estas técnicas y situaciones de aprendizaje, los niños las ponen en práctica en casa, cultivando las hortalizas de su familia. Aprovechando esta temporada de lluvias.
Una buena enseñanza no solo se hace dentro de una habitación, sino también poniendo la mano en el suelo. Comer lo que ellos mismos han cultivado hace una gran diferencia en la vida de los niños del PEPE en El Salvador.
¡Sigan pujando y orando por PEPE!
Verónica Torrento – Coordinadora PEPE El Salvador
Reseña de texto – Carmen Ligia
Traducido por: Nadia Naiara Veras Araújo