«Queremos cuidar a los niños, queremos abrir un PEPE, pero no tenemos un lugar adecuado. ¿Qué podemos hacer?» Esa fue la pregunta que llenó el corazón de los miembros de la Iglesia evangélica Bautista Lluvias de Gracia, en Malacatán, Guatemala.
¡Cuando queremos cuidar a los niños y no tenemos los recursos necesarios, debemos confiar en Dios, que siempre abre las puertas y envía todos los recursos, pues los niños están en Su corazón! Fue con esa confianza que la iglesia, con toda valentía, aceptó el desafío de abrir el PEPE, dando un paso de fe, en la certeza de que Dios haría todo lo demás.
Tenían un pequeño terreno al lado del templo y se unieron para desherbarlo y limpiar. No había recursos financieros, pero toda la comunidad de fe se reunió e hizo sus ofrendas. Dios fue multiplicando cada centavo, y luego comenzaron la construcción de una sala para atender a los niños e iniciar el PEPE.
Hoy, con la sala ya construida y el PEPE inaugurado, tenemos 51 niños estudiando en el PEPE: 18 de 4 y 5 años, y 33 de 6 años. Cada niño recibió su apostilla y un kit conteniendo dos cuadernos, un lápiz, una goma, un sacapuntas y plastilina. Todo dentro de una linda mochila que fue hecha por la coordinación nacional.
Llevar esperanza al corazón de los niños guatemaltecos es nuestra mayor meta, y por ellos seguiremos luchando para abrir más unidades del PEPE y alcanzar a muchos otros niños.
Nora Mendoza
Coordinadora Nacional del PEPE en Guatemala
Carmen Ligia- Edición de texto
Traducido por Estela Soraya Alves