La compleja emergencia humanitaria en Venezuela generó un aumento en todas las formas de desnutrición e inseguridad alimentaria, afectando a uno de cada tres niños/as venezolanos, según estima la UNICEF. Muchos de los derechos del niño/a están en riesgo debido a la pobreza. Por eso, como respuesta a la necesidad nutricional, ¡el PEPE en Venezuela NO PARA!
Ruth, la coordinadora del PEPE, juntamente con todo su equipo, asumió el desafío de no solo alimentar el corazón del niño/a, sino también el estómago. Por medio del Programa Hay Hambre en el Mundo (HFM), de la Junta de Misiones Mundiales, es posible llevar alimento a los niños/as. Incluso con la dificultad de acceso a internet en Venezuela – muchas veces para participar de nuestras reuniones es necesario subir a los árboles para conseguir señal – y con la batalla semanal para conseguir combustible, la distribución de la Harina Enriquecida (FE) no ha parado.
Ahora, imagine el rostro de cada niño/a, de sus familias e incluso de los mismos misioneros-educadores hoy, al recibir el amor de Dios de forma integral y palpable por medio de la Harina Enriquecida. Quedo emocionado al imaginar a los niños/as viendo llegar su preciosa FE en una motocicleta, bicicleta u otras veces en carros o caballos.
“Y, respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” (Mateo 25:40)
Agradecemos a Dios por las provisiones, por el amor de nuestra coordinadora y por cada ofrenda enviada a través de los bautistas brasileños, quienes han reforzado la misión de servir con amor a cada niño y niña venezolano.
Ruben Gonzalez
Coordinador Regional PEPE América del Sur
Traducido por: Loady Raquel González Salinas